martes, 29 de diciembre de 2009

Lenguaje no verbal.

Este lenguaje incluye la postura que adoptamos, los gestos, las expresiones, nuestra ropa, el modo de caminar; incluso la manera como organizamos nuestro tiempo.
Si bien es cierto todas las personas somo s consientes cuando nos comunicamos de forma verbal, en muy pocas ocasiones asumimos que la comunicación no verbal también existe. En muchas ocasiones incluso nuestra comunicación no verbal es mucho mas clara en lo que quiere decir que la comunicación verbal e incluso, cuando no existe coherencia entre una y otra tendemos a creerle mas a la comunicación no verbal. Por ejemplo, cuando pensamos “ no se si creerle lo que afirma esta persona” es porque a pesar de que la persona asevera algo con sus palabras en sus expresiones y sus actitudes tiende a reflejar otra información.
Tomando esto como base, definimos que en la sala de clases y en nuestra vida general como docentes, debemos ser congruentes con nuestra comunicación verbal y no verbal para ser creíbles ante nuestros alumnos de manera de tener resultados mas claros con los alumnos. Es así como si quiero demostrar que escucho a un alumno debo mirarlo a los ojos o mover la cabeza en señal de que entiendo.

La comunicacion en la sala de clases

La redacción como herramienta de la Comunicación

La comunicación también puede ser efectiva cuando es escrita. En nuestra vida diaria y como docentes tenemos la posibilidad de comunicarnos de esta forma y a si como también los alumnos hacia nosotros, la mayor parte del tiempo incluso, ellos son evaluados bajo esta forma de comunicación.
Por lo anterior, tanto el docente como los alumnos debemos considerar ciertos puntos a la hora de realizar una redacción de manera de comunicar lo que realmente queremos decir.
Para ello es fundamental considerar el tipo de redacción que se haga de lo que se desea comunicar. Lo primero que se debe definir son las ideas centrales y secundarias del contenido para ordenar la información que se desea entregar dándole énfasis a la idea principal.
Junto con lo anterior, es importante ser breve y ocupar un lenguaje adecuado a quienes lo van a leer; sobre todo si se considera que los alumnos no tienen la costumbre de la lectura y la mayoría no posee un vocabulario muy extenso.